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2 Corintios 6:1, comienza así: “Nosotros, colaboradores de Él [Dios]. . . .” Pablo escribe algo similar en 1 Corintios 3:9: “En efecto, nosotros [Pablo, Apolos, y otros creyentes] somos colaboradores al servicio de Dios. . . .” ¡Es inspirador pensar en que estamos colaborando con Dios en la gran comisión de Dios de reconciliar al mundo a Sí mismo en Cristo (2 Corintios 5:19)!

Pero también me inspira este pensamiento: si cada seguidor de Cristo es el compañero de trabajo de Dios en la gran misión de Dios, entonces cada seguidor también debe ser el compañero de trabajo de su hermano o hermana. En Cristo, estamos trabajando juntos con Dios y entre nosotros.
“Trabajar juntos” es una de las ideas clave de la Conferencia General. Nuestra historia está basada en grupos de creyentes que se descubren entre sí, dándose cuenta que comparten una comprensión común de la Palabra y la voluntad de Dios, y que después se unen para convertirse en obreros más efectivos para trabajar con Dios. Al combinar sus recursos, hicieron cosas que ninguno de ellos hubiera podido hacer con la misma eficacia que si lo hubiera hecho solo. Descubrieron que estando juntos estamos mejor.

Lo que era verdad antes, es verdad ahora. Juntos estamos mejor. Los miembros y las congregaciones de la Iglesia de Dios (Séptimo Día) en los Estados Unidos y Canadá son más útiles para Dios como Conferencia General de lo que cualquiera de nosotros podría serlo estando solos. Por nosotros mismos, podemos hacer cosas buenas y maravillosas pero en forma limitada. ¡Pero juntos, podemos hacer mucho más! Podemos apoyar a Artios Christian College, una institución de educación superior que está impactando al mundo. Podemos publicar el Abogado de la Biblia que difunde el evangelio por todas partes. Podemos contribuir económicamente a proyectos de misiones en el extranjero y a obreros nativos que difunden el evangelio en todo el mundo. Podemos crear distritos y servicios administrativos y ministerios para apoyar el buen trabajo de cada congregación y miembro. Podemos organizar un concilio ministerial para mantenernos unificados doctrinalmente y ayudarnos a encontrar pastores en los que podamos confiar.

Trabajar juntos con Dios es algo grande. ¡Trabajar junto con Dios y entre nosotros es fantástico! Realmente, juntos estamos mejor.
— Loren Stacy