El 11 de noviembre, organizamos una reunión juvenil en Harrisburg, Pensilvania, con alrededor de 95 jóvenes y jóvenes adultos provenientes de Connecticut, Maryland, Michigan, Nueva York, Pensilvania y Virginia.
El día fue memorable e impactante. Los jóvenes se unieron como un solo cuerpo, unidos en la búsqueda de una relación más profunda con Dios.
Dirigido por la iglesia de Winchester, el poderoso servicio de adoración marcó la pauta para el resto del evento. Los mensajes de Mark Sullivan y John Camero resonaron en todos, desafiándonos a ser auténticos en nuestra fe y buscar una conexión genuina con el Padre.
Las actividades deportivas en el gimnasio construyeron relaciones y crearon vínculos duraderos. Todos mostraron camaradería y espíritu deportivo. Ya fuera jugando baloncesto, voleibol u otros juegos, la gente disfrutó del ambiente lleno de competencia amistosa.
La comunión que se dio en una fogata fue la manera perfecta de terminar el día. Sentados alrededor del fuego, cantando cantos, jugando y simplemente disfrutando de la compañía de los demás se creó un sentido de comunidad y pertenencia. Fue un momento de risas, conversaciones profundas y creación de vínculos que perdurarán más allá del evento.
Estamos muy agradecidos con todos los voluntarios y participantes que hicieron posible el éxito de esta concentración de jóvenes. Juntos, creamos un entorno en el que los jóvenes pudieron encontrarse con Dios, crecer en su fe y establecer relaciones genuinas entre ellos. Ya estamos esperando con impaciencia el próximo encuentro y las oportunidades de crecimiento espiritual y comunión.