1937 – 2021
Homero Rodolfo Posada (83) durmió en Jesús el 29 de mayo. Nació el 3 de septiembre de 1937, hijo de Amalia Orta y Tiburcio Posadas. El Hermano Posada era un soldador profesional y trabajó para Pemex durante 20 años. Después vino a los Estados Unidos, donde incorporó su negocio haciendo cercas y trabajó en ello hasta sus 80 años.
En su juventud, al Hermano Posada le gustaba jugar béisbol. Conoció al Señor a los 17 años, con la ayuda de la Hermana Corona en Monterrey. A partir de ese día, el evangelio se convirtió en su sincera profesión de fe.
El Hermano Posada fue miembro del coro de la Iglesia de Dios (Séptimo Día) en Monterrey. También fue miembro y pastor de muchas de las iglesias ubicadas en las ciudades donde vivió en México (Reynosa, Coatzacoalcos y Montemorelos), trabajando siempre con pasión y amor. Más tarde en los EE. UU., pastoreó iglesias en Houston, Texas (Floral, Denver Harbor) y la misión en Galveston y Freeport. Ayudó, evangelizó y trabajó a dondequiera que iba y donde fuera llamado.
El Hermano Posada fue el pilar de su familia, considerándolos su orgullo y siempre proveyéndoles material y espiritualmente. El Hermano ha dejado un ejemplo de perseverancia y fe. Aunque lo extrañaremos, tenemos la esperanza de volver a verlo.
El Hermano Posada fue precedido en la muerte por sus padres, su hija Ruth Imelda Leal; nuera Raquel; y sus hermanos Ernesto, Ambrosio, Arturo e Ismael. Le sobreviven su esposa Virginia y sus hijos Rodolfo, Rubén, Rogelio, Rahuel, Rolando y sus familias; 18 nietos; dos bisnietos; y sus hermanas María de la Luz, Lilia y Armandina.